20.1.07

Las Cortes

Cada gobierno genera sus nuevos ricos; son los que vienen en la Kombo del Presidente de turno, los correveidiles necesarios para que lleven y traigan. Los que deben decir, siempre, "sí", pero, también, aconsejan, meten sus bocadillos, manipulan los medios de comunicación, mienten "que algo queda", etc. etc. etc.
El pueblo (o "la gilada" como se le suele decir en la jerga de los políticos) compra todos los buzones y espejitos de colores que les muestran y aunque resulte doloroso decirlo, el pueblo nunca aprende, tropieza, siempre, con la misma piedra, lo empaquetan, siempre, con los mismos engaños.
En los tiempos que corren, los doble discursos ya no causan asombro. Lo tienen los presidentes derechistas, lo tienen los presidentes pretendidamente izquierdistas, todos, en fin, ejercitan estos viejos sofismas que consiste en borrar con el codo lo que se escribió con la mano.
Ahí tenemos a Bush hablándole a su pueblo de patriotismo y mientras se le inunda Nueva Orleáns se entromete en Irak y causa un desastre. Todo en nombre de la civilización, de los valores occidentales, de la preservación de la paz, entre otras consignas demagógicas que encubren (o intentan encubrir) los viles negociados del poder. La hegemonía de los poderosos.
Ahí tenemos a Lula, por ejemplo, pagándole el combustible a un precio vil a los bolivianos mientras habla de la igualdad de los pueblos y del exterminio de la pobreza, entre otras lindezas por el estilo.
Ahí tenemos a Tabaré Vázquez, izquierdista el hombre, defendiendo, a capa y espada, el negociado de las Papeleras, que contaminará (!qué duda cabe!) las dos riberas del río Uruguay.
Y tenemos a nuestro Presidente que "sobreactúa" con los derechos humanos, pero el señor López no aparece y tampoco se hace demasiado para que aparezca. Mientras tanto, los recursos personales están a buen resguardo, en la banca suiza.
Pero quería hablar sobre las Cortes o, mejor dicho, de esa élite que aparece en las distintas épocas y cuyo epicentro es el balneario de Punta del Este. Y los periódicos y las revistas se encargan de "escrachar" a tal o cual personaje o personajillo bailando el cha-cha-cha con la modelo de onda o poniéndose de novio o novia con tal o cual nombre de la farándula.
Por allí anda don Franco Macri buscando, desesperadamente, carne joven. Ya se encargarán de acercarle a algún buen lomo que no tenga demasiado escrúpulo (o víscera o buen gusto) y termine conchabándose por un rato con la paranoia amatoria de este hombre poderoso.
Pero hay cosas que llaman la atención. Por ejemplo: ¿qué hacía Guillermo Cóppola en la fiesta que dio el hijo de Khadafi? ¿Cómo consiguió que lo invitaran? ¿Qué extraños lazos o contactos los une?
¿O cómo pudo hacer el hijo de un escritor pretendidamente "progre" como Tomás Eloy Martínez para "levantarse" a la nieta de Mitre y concurrir a las fiestas ostentosas de esta familia? ¿Ese escritor no es el que escribió un libro sobre la masacre de Trelew? ¿Qué ligazón tiene con una familia siempre cerca del poder como los Mitre?
Preguntas, preguntas...
Lo único que sabemos es que el pueblo siempre cae en la misma trampa y que los que más dicen defenderlo, son los primeros que claudican.
Otra pregunta: ¿dónde están los reclamos públicos en Jujuy del "Perro" Santillán? ¿Dónde están los cortes piqueteros de D´Elía y compañía?
No, si es como yo digo. Si López Rega no se hubiese muerto, es capaz que, ahora, lo veíamos lucir una remera con la cara del "Che" Guevara.
"Cosas veredes, Sancho"...

ROBERTO DIAZ
(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales)

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