30.6.10

La Generación Perdida

En mis ciclos literarios de la radio, hablé sobre la generación perdida. Tomé a Hemingway, a Fitzgerald, a Faulkner.
Si se me preguntara (como se hizo) a quién elijo de estos tres, me quedaría algo mudo para decir, luego, algo como para salir del paso. A Hemingway lo elijo como lector, para leerlo con deleite porque era un escritor visceral, auténtico, vívido. Y a Faulkner lo elijo, como escritor. Para aprender el arte de narrar, la carencia de tiempo cronológico en sus textos, el monólogo interior, eso que había aprendido de la teoría psicoanalítica de William James, que éste llamó "el fluir de la conciencia".
¿Qué puedo decir de Scott Fitzgerald? Que era un escritor tremendo al que el alcohol, las rubias, el charleston y la "blanca", agotó hasta chuparle todo el talento. Cuando fue a Hollywood de guionista, ya era una sombra y no pudo producir nada. Se agotó entre las deudas que contraía por la esquizofrenia de su mujer y su vida disipada, con aires de bacán.
!Qué historias maravillosas! !Qué vidas locas las de los tres borrachines! Y Hemingway y Faulkner con sus Premios Nobel. Y Faulkner con su Premio Pullitzer. Y Fitzgerald queriendo escribir la vida de Irving Thalberg, un promotor "groso" de cine, un magnate al estilo de los que soñaba él.
A Hemingway lo mató su propio escopetazo; a Fitzgerald su corazón a botella llena; a Faulkner, su retraimiento en ese pueblito sureño, su botella de Whisky, el no tener ya nada qué decir...
Habrán sido miembros de esa generación "perdida" que se juntaba en la casa de Gertrude Stein, en París. Pero la Literatura "ganó" a estos tipos para su lado. Para el lado de la belleza. Para que uno se sienta abrigado por las "plumas" de estos monstruos.
¿Se podrá escribir alguna vez algo como "Campamento indio", el cuento de Hemingway? ¿O "Babilonia revisitada" de Fitzgerald? ¿O "El sonido y la furia" o "Mientras yo agonizo" o "El oso" de Faulkner?
Estos tipos se transformaban frente al papel. Fitzgerald dejaba a un lado su complejo de pene corto; Hemingway se olvidaba de pelearse en alguna taberna; Faulkner dejaba que lo invadieran esos fantasmas del sur profundo y salía a contar historias increíbles, de familias numerosas, de hijos bastardos, de negros explotados.
Y nosotros, lectores, a disfrutar con estos tres alcohólicos irrecuperables, que sabían que el hígado se llenaba de cirrosis, que se caían bajo cualquier mesa, que babeaban y se orinaban en sus pantalones, que no podían fornicar...
Los Estados Unidos, a través de estos tres (y muchos, muchos más) se redime (aunque sea un poco) de los Truman, de los Errol Flynn, de los Mac Carthy, de Bush (padre e hijo) y de tantos hijos de puta que nacieron en ese suelo.
!Honor, entonces, a la Generación Perdida!

ROBERTO DIAZ
(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales. En el 2007, fue distinguido como "PERSONALIDAD DESTACADA DE LA CULTURA DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES" por la Legislatura porteña.