22.3.10

Una propuesta

En estos días de tanta confusión, de tanta violencia verbal y tanta estúpida soberbia, anda dando vueltas por allí una propuesta para que los jueces accedan al cargo por concurso, es decir tomarles un examen para ver si no andan en calzones por cualquier burdel, si han leído el Código Civil o el Penal, si no se la pasan "transando" con las "asociaciones ilícitas" y si son, realmente, personas decentes e independientes de todo poder espúreo. !Bravo!
Estas cosas ocurren cuando, en este caso, la justicia empieza a rebelarse un poquito nomás y ya no dice todo que sí y no funcionan, como deberían funcionar, aquellas célebres "servilletitas" de papel de la época del calvo ministro de economía, que nos dejó con el tuje para arriba, con aquel nunca bien ponderado (o maldecido) "corralito".
Pero mi propuesta va mucho más allá, si ustedes me lo permiten. ¿Por qué no extender esos exámenes a todo el país? ¿Por qué no pedir un examen para ser diputado, senador, ministro, presidente de la República? ¿Si pedimos examen para tomar una vendedora de tienda, por qué no existe la misma exigencia para aquellos que deben guiarnos y decidir nuestro destino?
Hay gente que, luego de acceder al sillón de Rivadavia, se "desayunó" de un montón de cuestiones. Es decir, hizo el aprendizaje cuando ya estaba en el cargo.
Creo que a la Argentina le iría mucho mejor. Yo mismo, para ser socio de SADAIC, tuve que hacer, en su momento, un examen de autor. Y recuerdo cómo Homero Expósito sacó zumbando del examen a un tipo que no tenía idea de cómo se hacía una sextina.
!Cuántas sorpresas nos llevaríamos! Porque no es posible que una fortuna, un acomodo, ser amiguito de tal o de cual, lleven a acceder a cargos tan importantes...
Una de las cosas que les pediría a los funcionarios es un mínimo de diez libros leídos...
Y no estaríamos frente "a una minoría ilustrada" como suponen ciertos trasnochados que, además, les conviene que todo siga en esta ignorancia.
Por el contrario, tendríamos a los mejores en los lugares que se merecen.
Y terminaríamos, en gran parte, con esta mediocridad que nos acompaña, con estos tipos que en vez de pensar con la cabeza, piensan con otras zonas del cuerpo que, en realidad, sirven más para sentarse o hacer cagadas que para llevar adelante un país.

ROBERTO DIAZ

(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales. En el 2007, fue declarado "PERSONALIDAD DESTACADA DE LA CULTURA DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES" por la Legislatura porteña.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No estoy muy en desacuerdo; pero también acuerdo con que muchos de los grandes y buenos cambios para las sociedades, no se hicieron con manuales.