12.12.09

A propósito del "Facilismo"

Mi amigo Carlos Penelas, me hizo llegar un texto de Alejandro Dolina donde éste, con su proverbial y lúcida mirada, alerta sobre esa promoción de "carreras cortas" donde cualquiera puede sacar patente "de genio" en pocas y cómodas cuotas de tiempo.
Bueno. La Argentina es esto. Un país de gente cómoda, soberbia, donde cualquier pelafustán "se la cree". La Democracia (el mejor de los sistemas inventados) tiene esta contra: cualquier descerebrado se siente con derecho al protagonismo, aunque, en su putísima vida, haya hecho un solo esfuerzo en algo.
Este país de cómodos, de tipos ociosos, de planes sociales de ciento cincuenta mangos, practica, desde tiempo inmemorial, la teoría del "Facilismo". Por ejemplo: para que los chicos no se "cansen" con incómodos deberes, pueden apelar a resúmenes o sinopsis. Para que no se "harten" de leer libros, pueden sacar unas cómodas fotocopias donde, en tres páginas, pueden encontrar el meollo de un volumen sobre la física cuántica. En vez de leer el "Quijote", los docentes, que suelen facilitarles las cosas, les dicen que el libro se trata de un loquito que ataca molinos, acompañado de un gordo cagón que le dicen "Sancho"...
!Dios mío! !A qué decadencia hemos llegado! Y Dolina captó, con su ojo avizor, estas calamidades de las "carreras cortas" donde, en seis meses, uno puede ser: licenciado en algo, técnico en cualquier cosa, "experto" en otras más y andar por la vida con el "paso Pitman" de los exitosos...
En estos días, pude observar lo siguiente: al ser jurado en varios certámenes literarios, comprobé, en los actos de premiación, que hay un montón de tipos y tipas que no concurren a buscar su diploma. Entonces, me convencí que su no concurrencia es porque consideran un desmedro no haber obtenido EL PRIMER PREMIO que, seguramente, "merecía" su obra "genial" y que el jurado !por qué no! son unos tarados que no supieron "ver" esa "genialidad".
Si no es así, no se entiende que tantos no concurran a los actos de premiación a buscar el reconocimiento otorgado.
Y esto concuerda con el "Facilismo". Los argentinos creen que no es necesario "pelarse las pestañas" en algo. ¿Para qué? Si somos ingeniosos, talentosos, geniales, rápidos de intelecto, "derechos y humanos"...
!Qué cantidad de imbéciles contiene este territorio! Empezando por las autoridades.
Esta falta de seriedad, esta "chantada", nos hace tan vulnerables como una libélula. Hay amigos que ya piensan que la Argentina está destinada a desaparecer. Yo no sé si esto será así. Pero de lo que no tengo duda es que, por este camino, el país se convertirá, en poquísimo tiempo, en un hato de descerebrados.
Pero ¿qué puede esperarse si los que nos gobiernan no tienen un ápice de materia gris? Si en vez de estar en manos de estadistas, estamos en manos de demagogos baratos, que sólo piensan en seguir abultando sus, ya de por sí, gruesas cuentas bancarias.
Lo que manifiesta Dolina es una verdad de a puños. No formamos personas, formamos estúpidos con una cartulina bajo el brazo, que se supone es un "diploma" conseguido luego de unos poquísimos meses de ir a sentarnos en un aula.
Dolina protesta: "seis años en la primaria, cinco en la segundaria, otro cinco o seis en la facultad" para que, ahora, un tipo con fotocopias y con unos meses de "esforzarse" en una carrera "corta", ya pasa a ser un profesional. Y esto no es nada. Además, ese "taradito" te mira por sobre el hombro porque consiguió estudiar en el "reino de Jauja" donde la educación se suministra en cuentagotas y la cultura te la dan en comodísimas dosis, como para que no te atragantes !pobrecito!
!Basta! Ya empiezo a sentir asco. Y no se puede escribir en medio de este clima malsano...

ROBERTO DIAZ

(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales. En el año 2007, fue denominado "PERSONALIDAD DESTACADA DE LA CULTURA DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES, POR LA LEGISLATURA PORTEÑA.)

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