22.7.07

Crippen y el invento de Marconi

Hace mucho que no escribo nada truculento, si es que aceptamos que las barrabasadas del gobierno de Kirchner más que truculencia son hijoputismo. Por eso, se me ocurrió que, hoy, venía bien para una tarde encapotada, con un frío de la santísima puta, contar la historia de este médico norteamericano al que colgaron en una prisión inglesa en 1910.
El cuento es el siguiente: Hawley Crippen era médico (no se sabe si oftalmólogo, homeopático u odontólogo)y le gustaban las chiquilinas. Por lo cual, se casó con una muchachita que tenía 17 años mientras él ya andaba por los 30. Esta jovencita se llamaba Lidia y le gustaba ser corista, estudiaba teatro y gastaba lo que no tenía.
Pronto, la pareja se endeudó y tuvieron que cambiar, en 11 años, un sin fin de domicilios para escapar de los acreedores.
Hasta que, al final, se fueron a Inglaterra donde Crippen debió vivir de un trabajo como vendedor. Su mujer seguía gastando y Crippen seguía buscando jóvenes mientras ya andaba por los 50.
Finalmente, enganchó a una muchacha de 30 que se llamaba Ethel Le Neve y comenzaron a ser amantes. Hasta que un día, Crippen les dijo a las amigas de su mujer que ésta se había vuelto a los Estados Unidos y, tiempo después, les anunció el fallecimiento de su esposa en el Estado de California.
Pero una de las amigas de Lidia, observó joyas que le pertenecían a la supuesta muerta en poder de Ethel. Fue corriendo y denunció a Crippen a Scotland Yard.
Un Inspector llamado Walter Dew fue el encargado del caso, allanó la vivienda de Crippen sin hallar nada, pero éste se asustó y decidió escapar con su amante. Tomaron un barco que se llamaba "Montrose" para irse a los Estados Unidos. La amante iba disfrazada de hombre y se hacían pasar por los Anderson, padre e hijo.
El capitán Kendall vio que estos "padre e hijo" paseaban por la cubierta de la mano y se hacían arrumacos. Como ya estaba enterado que Scotland Yard los buscaba porque habían encontrado el torso de Lidia enterrado debajo de la vivienda, utilizó el flamante invento del italiano Guillermo Marconi: el telégrafo. Y, de inmediato, Scotland Yard envió un barco más rápido que el "Montrose" con el Inspector Dew a bordo que los interceptó e hizo regresar a la pareja a Inglaterra.
El doctor Crippen confesó su crimen; había arrojado la cabeza de su mujer al Canal de la Mancha y desintegrado los miembros inferiores y superiores del cuerpo. Fue colgado en Pentonville el 10 de noviembre de 1910. Su amante zafó; no se le encontraron evidencias de que hubiera participado en el crimen y esta mujer falleció en 1967 pidiendo ser enterrada con una foto de Crippen.
Cabe consignar que el doctor también pidió que lo enterraran con una foto de Ethel.
El crimen del doctor Crippen figura en novelas de John Dickson Carr, en una novela de Peter Lovesey llamada "El falso Inspector Dew" y en volúmenes firmados por John Boyne y otros donde se relata este resonante caso.
Como vemos, el alma humana no tiene redención y desde Jack el Destripador para acá, han sido incontables los criminales en la historia del mundo.

ROBERTO DIAZ

(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales)

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