30.3.09

Maltrato a un creador

Nosotros, los creadores de la generación del ´60, estamos acostumbrados al maltrato, al silenciamiento permanente de nuestra obra, al famoso "ninguneo" digno de los funcionarios y mediocres.
La generación del ´60 dio los mejores poetas del país y en cantidad. Revolucionó el lenguaje, volvió a las esencias, despreció el populismo para ceñirse a lo estrictamente popular, rescató temáticas que eran nuestras y que se habían perdido por esa manía tonta y culturosa que los argentinos tenemos: de creer, como tilingos, que lo que viene del exterior siempre es mejor.
Y esa generación también entregó sus mártires a la lucha del pueblo cuando muchos de sus buenos exponentes pagaron con su vida durante la dictadura.
Pero esto es historia pasada. El presente nos sigue cascoteando; nos encuentra más viejos, pero con las mismas ganas. Seguimos escribiendo, seguimos aportando belleza, seguimos diciendo nuestra palabra, digna y entera como siempre.
Los arribistas de toda laya, encaramados en publicaciones de onda, en funciones de alcahuetes, continúan bombardeando a nuestros creadores, a nuestros más genuinos poetas.
Ahora, ha sido Héctor Negro, el poeta de libros entrañables como "Bandoneón de Papel", como "El fuego lúcido", como "Para cantarle a mi gente", el extraordinario autor de temas como "Café Tortoni", como "Bien de abajo", como "Esta ciudad" (ganadora del Premio ODOL junto al recordado Osvaldo Avena). El hombre que viene haciendo docencia desde su juventud, escribiendo notas lúcidas y certeras sobre la realidad que nos rodea, sobre la problemática del Tango, sobre esa pasión popular que es el Fútbol. Miembro de las Academias del Lunfardo y del Tango, profesor de la Universidad del Tango, colaborador conspicuo en SADAIC, Negro vive austeramente y nunca ha salpicado su vida honrada con agachadas de canallita, nunca se ha vendido "al mejor postor", nunca ha medrado en este ambiente tan plagado de cucarachas que buscan un poquitín de carroña, aunque sea.
Bueno, pues a este formidable poeta que es Héctor Negro, lo acaban de despedir del lugar público donde daba clase porque es !JUBILADO!
¿Y qué carajo tiene que ver eso con los aportes que puede hacer alguien tan ducho y tan experimentado y tan conocedor como Negro en las disciplinas que encare? ¿Qué boludez burocrática es esa? ¿Qué destrato infame a uno de nuestros mejores poetas populares?
Como estas cosas me sublevan, más allá de que estemos acostumbrados a los golpes de los mediocres, salgo a solidarizarme con el colega y amigo, esperando, fervientemente, que alguien -con alguna neurona en el bolsillo- subsane esta injusticia y ponga a Héctor Negro donde tiene que estar: en un estrado de elegidos que, todavía, y gracias a todos los hados del mundo, puede decirnos su palabra rectora y marcarnos su conducta intachable de años.


P.D: todos los amigos y lectores que quieran expresarle su solidaridad a Héctor Negro, pueden hacerlo a su e-mail: gorrion_nomas@fibertel.com.ar


ROBERTO DIAZ
(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales. En el 2007, fue reconocido como "PERSONALIDAD DESTACADA DE LA CULTURA DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES, por la Legislatura porteña).

11.3.09

Los epigramas

Los epigramas están dentro de la literatura desde casi su origen. Algunos dicen que comenzaron en la Grecia clásica y en griego quiere decir: sobreescribir. Son frases breves, poéticas, que expresan algo ingenioso, profundo, humorístico. No hay demasiada diferencia con los epitafios que son epigramas escritos sobre la tumbas y se confunden mucho con los aforismos, los proverbios, las greguerías, las sentencias. Todas estas expresiones se dan dentro de la escritura.
También están los grafitti, frases ingeniosas escritas en las paredes, en los baños públicos, etc. preferentemente de autor anónimo.
Escritores como Calícamo, Catulo, Marcial, Goethe, Baroja, Cela, Gil de Biedma, Swift, Oscar Wilde, escribieron estos epigramas. Los de Goethe, llamado "Epigramas venecianos" son célebres. Wilde utilizó mucho de este género, incluso dentro de sus obras de teatro. A Voltaire le encantaban. Ramón Gómez de la Serna, un escritor español exiliado entre nosotros, los llamaba "Greguerías" y escribió infinidad de ellos.
Veamos algunos de estos exponentes del ingenio humano.
Epitafios: "espero que Cristo cumpla su palabra" (Miguel Delibes). "Si quieres los mayores elogios, moríos" (Enrique Jardiel Poncela). "Si no viví más, es porque no me dio tiempo" (Marqués de Sade). "Aquí yace Moliere, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad lo hace bien" (Moliere).
Un epigrama de Juan de Iriarte: "el señor don Juan de Robres, con caridad sin igual, hizo hacer este hospital y también hizo los pobres".
"La televisión no idiotiza a la gente, sólo la confirma". "Todos morimos, ricos y pobres: pero los pobres ensayamos más". "Cuando hay elecciones, los militares sudamericanos guardan un minuto de silencio". (Eduardo Mazo).
Hay refranes como "Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente" o "La abundancia da arrogancia". Oscar Wilde fue un portento en frases ingeniosas: "el hombre quiere ser el primer amor de la mujer; la mujer el último amor del hombre". O este diálogo en "La importancia de llamarse Ernesto" entre dos damas de la alta sociedad: una le dice a la otra: "tu hijo es un canalla" y la otra responde: "!Imposible! Estudió en Oxford".
Dijo Ramón Gómez de la Serna en una de sus greguerías: "Intenté suicidarme y casi me mato".
Epitafio que le atribuyen a Groucho Marx: "Perdonen que no me levante".
Y por último, un grafitti escrito sobre una pared en la calle Salta: "dicen que llueve pero yo creo que nos están meando".

ROBERTO DIAZ
(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales. En el 2007, fue reconocido como "PERSONALIDAD DESTACADA DE LA CULTURA DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES" por la Legislatura porteña).

1.3.09

Obama

Hoy se cumple la friolera de 100 notas en este Blog. Parece mentira que haya escrito tanto y eso que no lo hago diariamente, sino por períodos cuando me parece que tengo algo para decir.
Esta nota número 100 la titulé "Obama" personaje que está de onda por ser el nuevo presidente de los Estados Unidos y tener la característica de ser negro, aunque para que no se ofendan los yankis (que en estas tonterías son muy puntillosos) le diré "afroamericano".
El cholulaje mundial atrapó a este hombre y lo quiere hacer ídolo para que pueda integrar la nómina de las remeras (y convertirse !por qué no! en un negocio) como hicieron con John Lennon, con Kennedy, con Los Beatles y con el Che Guevara.
Decía yo, los otros días, que la bondad o la maldad (planteadas en términos maniqueos) no es patrimonio de etnias ni razas. Que hay blancos hijos de puta y hay negros hijos de puta. !Y si no, fíjense esos dictadores de Africa, que viven como reyes y el pueblo se muere de hambre!
Obama hará, desde la presidencia, aquello que le dicte el establishment y defenderá, como corresponde, los intereses de los norteamericanos. Porque si no lo hace, mal terminará.
A Obama, un hombre mulato, de padre keniano y madre norteamericana, le costó seguramente muchísimo encaramarse a la presidencia del país más poderoso de la tierra; lo que me hace pensar que no debe ser ningún tontito y seguramente es más astuto que una serpiente de cascabel. Nadie llega gratuitamente a ocupar ese puesto en una nación donde el más lento es capaz de cortarle el cogote a un albatros en vuelo.
Por lo tanto, no creo que sea un negrito de fiar este Obama. Por lo menos, yo tengo mis prevenciones. Hará lo mejor que sea para levantar a su nación que tiene una crisis de padre y señor mío. Y para sacarlos de la crisis, repartirá crisis por todo el Planeta, como acostumbran a hacer los yankis cada vez que el agua les llega al cuello.
Entonces, yo todavía no prepararía las remeras con la cara de este "afroamericano" pintón, estilizado, con una esposa que da la imagen deseada y dos criaturas a su lado, como para que la foto sea tierna.
EE:UU. abandonará Irak, por ejemplo, pero esperen...Será, recién, en octubre de 2010, no crean que será mañana. Y así irá tomando medidas este presidente medio oscuro que supo llegar a la Casa Blanca.
No tengo ningún indicio ni para hablar bien o mal de este hombre. Como decía el Gral. Perón "a los hombres hay que verlos andar" y a propósito de nuestro líder ¿qué joraca le habrá visto nuestra Presidente a Obama para compararlo con Perón? ¿Dónde está la similitud? ¿O será que Cristina, cholula y mundana a la vez, querrá sacarse una foto con este "afroamericano" y, de paso, visitar el shopping del aeropuerto de Washington? !Qué disparate!
Bueno, para concluir esta nota número cien que, espero, algún despistado lea y me envíe su comentario, digo que no hay razas buenas ni malas, víctimas o victimarias. Todo está en las circunstancias de la historia; Gengis Khan era mogol y era un reverendo canalla. Hitler era ario y fue un genocida. El presidente de Guinea es negro y es un dictador y asesino. Y así sucesivamente...
Esperemos que el negro Obama salga bueno, no porque es negro sino porque ser bueno es lo correcto. He dicho.

ROBERTO DIAZ

(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales. En 2007, fue reconocido como "PERSONALIDAD DESTACADA DE LA CULTURA DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES" por la legislatura porteña.)