15.2.07

Gardel, siempre Gardel

Mi amigo, el poeta Luis Alposta tuvo la gentileza de regalarme 500 temas interpretados por Carlos Gardel.
Quiere decir que pongo en marcha mi computadora, enciendo los parlantes y con simples clicks del "mouse" escucho al "Zorzal Criollo".
Aunque sea, ya, una perogrullada, debo decir que canta cada día mejor; es como si volviera del más allá, por el aire del verano o el invierno (no importa la estación) y fuera perfeccionando, a medida que se acerca, su voz privilegiada.
No soy un "gardelito" fanatizado; no soy de esos que idolatran, pero sé reconocer cuando encuentro a un artista formidable como éste.
Gardel fue completo porque tuvo los oídos y la sensibilidad abiertas, sin prejuicios. Por eso, les cantó, en su época, a los jóvenes poetas de entonces; Cadícamo, Discépolo, Celedonio Flores, tuvieron la fortuna de ser cantados por esta gran voz. Lo que no sucede en esta época porque los intérpretes de tango que existen (salvo las honrosas excepciones de Rubén Juárez, Néstor Fabián, Reynaldo Martín y algún otro) cantan siempre lo mismo y no tienen oído ni para cantar "el arroz con leche", como dice la letra de Celedonio.
Gardel, siempre Gardel...En estos 500 temas (una colección completísima) tenemos para todos los gustos, con amplias referencias sobre cada tema, sobre sus autores, sobre las fechas de grabación, etc.
Le agradecí efusivamente a Alposta su regalo porque, creo, que todo aquel enamorado del género y de este cantor excepcional, debería poseer este verdadero tesoro.
El timbre de la voz de Gardel, su color, su afinación, es insuperable. Y todo lo que interpretó lo hizo con justeza; no hay un toque de mal gusto, de cursilería, en ninguna de sus interpretaciones. No hay gritos discordantes como existe en los cantores actuales que no saben lo que canta (y, además, no les interesa) y, encima, tienen la soberbia de criticar, de decir que no existen poetas en la actualidad. Y todo es producto de su ignorancia supina, de su incultura.
Hay cantores, en la actualidad, que dan vergüenza ajena; y son factor esencial de la decadencia del género.
Contra esta fauna, la figura monumental de Carlos Gardel se alza como un referente imprescindible.
!Viva el "Morocho Cantor"! !Viva su eterna voz!

ROBERTO DIAZ

(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales)

9.2.07

El viejo Baudelaire

La Editorial me ha solicitado una versión de los "Pequeños poemas en prosa" y de "Las flores del mal" de Baudelaire.
Acepté la propuesta porque este poeta, que en su época fue considerado "maldito", es una bisagra en la poesía del siglo XIX.
Hay una poesía antes y después de Baudelaire. Y esa extraña mezcla de romanticismo, realismo y simbolismo que se desprende de sus textos, es lo que ha convocado a multitud de lectores en el siglo XX.
Digo en el siglo XX, porque este poeta francés fue muy castigado en vida. Su libro "Las flores del mal" fue prohibido por "procaz" y Baudelaire, con esa rara ironía que atesoraba, respondió algo parecido a esto: "me recuerdan a una prostituta que, una vez, quiso conocer el Museo del Louvre y me pidió la acompañara. Se tapaba el rostro, horrorizada, cada vez que veía un cuadro con desnudos". Esta ramera, que se llamaba Louise, le preguntaba, a cada rato, al poeta, cómo era posible que se exhibieran públicamente semejantes indecencias.
Terminaron multándole con 300 francos y la prohibición de seis poemas. Más tarde, se editó en versión íntegra en 1869.
"Las flores del mal" es un libro revelador; es el libro de un poeta visceral, con una visión sombría de la vida. El periódico "Le Figaro" publicó, en su momento, algunos textos bajo el título de "El spleen de París". La palabra "spleen" (se pronuncia "esplín")no tiene una traducción precisa, pero lo más cercano sería: "hastío", "melancolía" y fue usada, posteriormente, por algunos autores de tango, sobre todo cuando, luego de leer "Escenas de la vida bohemia" de Enrique Murger, evocaban paisajes y escenas parisinas.
Esa bohemia y ese "esplín" de Baudelaire lo llevó a escribir un libro donde la poesía despliega sus mejores alas.
El poeta "maldito" fue un gran admirador de otro poeta, maldito y romántico como él: me refiero a Edgar Allan Poe. La primera traducción al francés de "El Cuervo" fue realizada por Baudelaire.
Estoy, entonces, enfrascado en "Las flores del mal" intentando una versión lo más digna posible de este libro notable. Ya terminé los "Pequeños poemas en prosa" aunque debo, todavía, corregir y preparar un prólogo.
Todas estas actividades sólo dejan -como diría un español- "calderilla", pero un gran amor por la literatura y por un poeta como Baudelaire, es lo que me lleva a hacer el trabajo.
Ojalá se aproxime en algo al original.

ROBERTO DIAZ

(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales)

4.2.07

¿Será cierto?

Recibí un correo de una periodista que dice haber trabajado para "Telenoche investiga". Denuncia que un grupo de prensa trabajó en la investigación de las coimas con motivo de la "pesificación". Y cuenta lo que trascribiré aproximadamente.
Pero antes una pequeña digresión de mi parte. En realidad, desde un primer momento (y no porque sea muy lúcido o muy informado) supuse que había corrido coima durante la tristemente célebre "pesificación". Por una sencilla razón: ningún funcionario puede licuarle la deuda a poderosos grupos económicos sin tener una retribución por el "favor".
Bueno. Esta periodista cuenta, con pelos y señales, la investigación realizada por ellos. Según parece, para tomar esa medida de pesificar, se citó a una reunión a un grupo de fuertes empresarios endeudados en dólares. En esa reunión, se les dijo crudamente que la licuación de una deuda que al Estado le costaba 60 mil millones de dólares, valía una coima de 500 millones.
La mayoría aceptó (menos el empresario Pérez Companc) y accedieron a pagar esa cifra. Según parece, trajeron el dinero de los bancos del exterior y el Estado produjo la más tenebrosa defraudación de todos los tiempos, robándole los ahorros a los ciudadanos, a través del mentado "Corralito".
Dice la periodista en cuestión que los 500 millones fueron repartidos así: 75 para el entonces Ministro de Economía Remes Lenicov (realizó el trabajo sucio e hizo mutis por el foro); 25 para el jefe de gabinete Capitanich (otro que desapareció del mapa) y 325 millones para el señor Duhalde que era el Presidente de la República. El resto fue distribuido entre legisladores que acataron la medida expoliatoria.
Según parece, esa investigación, a pesar de las promesas del Canal 13, nunca se puso al aire. Los periodistas que la hicieron fueron dejados afuera. Y reciben, desde entonces, amenazas de muerte. La periodista en cuestión quiere irse del país.
Por lo tanto, las coimas en el Senado son la lectura del "Pato Donald" al lado de esta coima gigantesca, que fue el pago por servir a licuar las deudas en dólares.
!Cómo iba a poner en el aire el Canal 13 esa investigación si el Grupo "Clarín" fue uno de los principales beneficiarios con esta canallada!
Así se escribe la historia negra de un país que es esquilmado por los cuatro costados.

ROBERTO DIAZ

(Escritor, poeta, periodista, traductor de habla inglesa, autor de canciones, con premios nacionales e internacionales)